El capitán Garfio, enemigo jurado de Peter Pan, era perseguido insistentemente por un cocodrilo que le había devorado su mano derecha, con reloj incluido. El ruido del reloj delataba la presencia de la criatura y facilitaba la huida del capitán. Garfio vivía atormentado por el temor de que en algún momento el reloj se detendría y el cocodrilo lo sorprendería.
Interesante metáfora del tiempo, de cómo pretendemos huir de él, sin poder conseguirlo nunca. Hasta que llegue el momento en que se haya parado definitivamente y será el momento de nuestro fin en esta vida.
3 comentarios:
Como dijo nuestro amigo Jesús: hay que estar preparado siempre porque no sabemos cuando llegará "el día". Siempre debemos estar alerta.
Hay muchos que dicen "yo cuando me vaya a morir me confieso". Se pensarán que Dios les va a alertar de la muerte con una campanilla (con el tic-tac del reloj de Garfio tal vez...). Sí, a lo mejor con un poco suerte ven la ven venir y pueden prepararse; pero no normal es que no avise.
Así que mucho ánimo.
Un saludo
Esta chula la historia
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